Un hombre con pantalones grises y camisa blanca llega a lo más alto de una montaña. Mira hacia abajo. Se prepara para saltar, el viento golpea su cara, está a punto de hacerlo: da uno, dos, tres pasos. Se detiene justo en el borde. No salta. Teme estropear sus manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario