17.4.12

If you never do anything, you never become anyone


Mucha gente se queja de no poder dejar las cosas que les hacen daño: el cigarro, el alcohol, las drogas, el porno, los gatos, el olor a pinol; etcétera, etcétera. Me gustaría que el arreglar mi vida se limitara a deshacerme de malos hábitos como la mayoría de la gente. Qué daría yo por fumar y que todo se arreglara dejándolo, o ser adicta a la coca-cola, o pesar 200 kilos y cambiar mi existencia con solo ir al gimnasio. Las personas que tienen problemas como esos son realmente afortunadas, porque siempre hay algo o alguien que puede ayudarlos.

Hay algunas cosas mucho más difíciles de dejar ir. Hay quienes necesitamos abandonar algunas partes de nosotros mismos si es que queremos salvarnos. Las cosas más difíciles de superar son aquellas que solo puedes hacer solo. Yo lo he intentado durante mucho tiempo, sé cuántas de mis actitudes no me han permitido avanzar, tengo una lista de todas las cosas que he perdido y que sí me importaban, pelear contra mí misma es la batalla más difícil que he tenido que luchar. 

''No hay atajos para la vida que quiero''

Entender eso es un paso enorme, así lo siento. Muchas veces he creído que hay alguna manera de evitar las cosas desagradables que seguramente me van a pasar si salgo al mundo, que hay algún atajo para llegar a donde quiero; no es así. No hay un atajo. Voy a tener que salir y pelear, pero ya no contra mí, pelear y disfrutar. Dejar de aislarme, porque de todos modos no la paso bien escondida en casa, porque mi salud en lugar de mejorar, empeora. No dejar de tener miedo, pero  tenerlo por cosas reales. Si no hago nada, nunca me convertiré en alguien. 

Y voy a escuchar jazz, probar comida deliciosa, leer, ver muchas películas de todos los países que pueda, ir a conciertos maravillosos, visitar hermosas ciudades, bailar y divertirme, y voy a trabajar duro para conseguirlo, y sé que no va a ser fácil y que me voy a dar varios golpes en el camino, que me voy a seguir equivocando, solo que ahora voy a disfrutar cada moretón y cada caída, voy a sonreír cuando esté en el suelo, de la misma forma en la que disfrutaré ver al mundo cada que lo observe desde la cima de mis propias montañas.